
La empresa automotriz Stellantis comunicó hace poco que incrementará la fabricación de coches en Estados Unidos debido a la decisión gubernamental de ese país de proporcionar una exención de aranceles por treinta días a los productos importados desde México y Canadá. Este anuncio se realizó después de que las compañías automotrices se comprometieran a respetar las regulaciones actuales de libre comercio. En una declaración, la compañía mostró su gratitud por la decisión y reiteró su compromiso de generar empleos sostenibles dentro de Estados Unidos.
«`La exención de aranceles, que retrasa por un mes los impuestos del 25% sobre las importaciones de automóviles desde México y Canadá, ha provocado un sentimiento positivo en el sector. Stellantis afirmó que comparte el propósito de impulsar la fabricación nacional de vehículos en Estados Unidos y colaborar con las autoridades para robustecer la industria automotriz local.«`
«La meta de fabricar más vehículos en Estados Unidos y crear empleos sostenibles en este territorio es compartida por nosotros. Esperamos colaborar con el gobierno para alcanzar este propósito», indicó la empresa en su comunicado oficial.
«Compartimos el objetivo de construir más coches estadounidenses y crear empleos duraderos en este país. Estamos deseando trabajar con el gobierno para lograr este objetivo», señaló la empresa en su comunicado oficial.
«`Stellantis, surgida de la unión entre Fiat Chrysler y PSA Group en 2021, cuenta con una notable presencia en América del Norte, disponiendo de instalaciones en Estados Unidos, México y Canadá. Según cálculos, cerca del 40% de los automóviles que la empresa vende en Estados Unidos son fabricados en plantas situadas en México y Canadá. Esta considerable dependencia de importaciones convierte a las políticas comerciales de Estados Unidos en un aspecto crucial para sus operaciones y estrategia.«`
Stellantis, resultado de la fusión entre Fiat Chrysler y PSA Group en 2021, tiene una amplia presencia en América del Norte, con plantas en Estados Unidos, México y Canadá. Según estimaciones, aproximadamente el 40% de los vehículos que la compañía comercializa en Estados Unidos provienen de plantas ubicadas en México y Canadá. Esta alta dependencia de importaciones hace que las políticas comerciales estadounidenses sean un factor clave para sus operaciones y estrategia.
Actualmente, Stellantis enfrenta una caída en sus ventas en Estados Unidos, históricamente su mercado más rentable. Esto, unido al aumento de inventarios, provocó una disminución del 64% en su utilidad operativa el año pasado, lo que representó un gasto de 6,000 millones de euros (aproximadamente 6,500 millones de dólares). Esta situación ha llevado a la compañía a buscar formas de optimizar sus operaciones y reducir su exposición a posibles impuestos adicionales.
Cambios en la dirección y estrategia
El grupo está encabezado actualmente por John Elkann, heredero de la familia Agnelli, principal accionista de Stellantis a través de su holding Exor. Elkann asumió el liderazgo tras la salida de Carlos Tavares en diciembre pasado, quien dejó la empresa debido a los malos resultados financieros. Bajo la dirección de Elkann, Stellantis se ha comprometido a fortalecer su presencia en el mercado estadounidense y a aprovechar las oportunidades que ofrece la exención arancelaria para reestructurar sus operaciones.
La decisión de aumentar la producción en Estados Unidos se alinea con los objetivos de la compañía de mejorar su competitividad en el mercado local y cumplir con las expectativas del gobierno estadounidense respecto a la creación de empleos y el impulso de la economía nacional.
Perspectivas para la industria automotriz
La exención arancelaria temporal ha sido bien recibida por el sector automotriz, que enfrenta tensiones comerciales y desafíos económicos derivados de las políticas proteccionistas. Para empresas como Stellantis, esta medida representa una oportunidad para ajustar sus estrategias y evitar mayores costos en sus cadenas de suministro, altamente integradas entre México, Canadá y Estados Unidos.
No obstante, los analistas advierten que la exención es solo una solución temporal y que el sector deberá prepararse para posibles ajustes en las políticas comerciales una vez que expire el plazo de un mes. Además, las tensiones comerciales entre Estados Unidos y otros países, como China, siguen siendo un factor de incertidumbre para la industria automotriz global.