
En febrero de 2025, se observó un crecimiento leve en el ámbito privado de Europa, según lo indicó el Índice PMI Compuesto de S&P Global y el Hamburg Commercial Bank (HCOB), alcanzando 50,2 puntos, justo por encima del nivel que señala expansión económica. Este resultado muestra un desempeño moderado en la región, con el sector de servicios creciendo por tercer mes seguido, aunque de forma más modesta, y la industria manufacturera en declive, aunque con una ligera mejora respecto al mes anterior.
En febrero de 2025, el sector privado europeo mostró un crecimiento marginal, según el Índice PMI Compuesto de S&P Global y el Hamburg Commercial Bank (HCOB), que se situó en 50,2 puntos, apenas por encima del umbral que indica expansión económica. Este desempeño refleja una actividad moderada en la región, con el sector servicios avanzando por tercer mes consecutivo, aunque de manera más modesta, y la manufactura en declive, aunque con una leve mejora intermensual.
Un elemento preocupante señalado en el informe es el retorno de las presiones inflacionarias. La inflación de los costos de insumos alcanzó en febrero su máximo nivel en casi dos años, provocando un incremento más rápido en los precios que las empresas cobran. Este aumento se debe principalmente al sector de servicios, que continuó su crecimiento desde enero, mientras que la industria manufacturera vio un alza en los precios de los insumos por segundo mes seguido, marcando su ritmo más rápido en los últimos seis meses.
Un aspecto preocupante destacado en el informe es el resurgimiento de las presiones inflacionistas. La tasa de inflación de los costes de los insumos alcanzó en febrero su nivel más alto en casi dos años, lo que llevó a un aumento más rápido en los precios cobrados por las empresas. Este incremento se atribuye principalmente al sector servicios, que mantuvo su ritmo de alza desde enero, mientras que la manufactura experimentó una subida en los precios de los insumos por segundo mes consecutivo, registrando su ritmo más acelerado en el último semestre.
Repercusiones para la política monetaria
Este resurgimiento de las presiones inflacionarias se presenta a pocas semanas de la próxima reunión del Banco Central Europeo (BCE). El economista jefe del HCOB, Cyrus de la Rubia, indicó que estos datos plantean retos para la política monetaria, especialmente debido a la incertidumbre relacionada con los precios de la energía. En este escenario, la miembro del Comité Ejecutivo del BCE, Isabel Schnabel, ha destacado la importancia de considerar una posible pausa en las tasas de interés durante la próxima reunión de ajuste.
Diferencias entre economías europeas
El informe también muestra discrepancias destacadas entre las principales economías de la eurozona. Alemania registró en febrero su segundo mes consecutivo de crecimiento en la actividad total, alcanzando su ritmo más rápido en los últimos nueve meses. Por otro lado, Francia sufrió una disminución considerable en la actividad empresarial, la más acentuada en casi dieciocho meses. Entretanto, el resto de la zona euro continuó con una sólida expansión. Aunque los datos preliminares no proporcionan cifras detalladas para España, se sugiere que el país está dentro del grupo con crecimiento estable.
Aspectos políticos y confianza empresarial
Factores políticos y confianza empresarial
La inestabilidad política parece influir en el desempeño económico de estos países. De la Rubia sugiere que las expectativas de una situación política más estable en el futuro son mayores en Alemania, donde se anticipan elecciones federales próximamente, en comparación con Francia, donde podrían convocarse elecciones anticipadas en cualquier momento a partir de junio. Esta incertidumbre política podría estar afectando la confianza empresarial y, por ende, la actividad económica en estas naciones.
Perspectivas económicas y desafíos futuros
El panorama económico europeo se enfrenta a desafíos significativos. La combinación de un crecimiento moderado y el resurgimiento de las presiones inflacionistas plantea dilemas para los responsables de la política monetaria del BCE. La necesidad de equilibrar el control de la inflación sin sofocar el crecimiento económico será crucial en las decisiones futuras. Además, las disparidades entre las economías de la eurozona y la influencia de factores políticos internos añaden complejidad al escenario económico.