
Un histórico parcial de 27-2 en el tercer cuarto apaga al debutante equipo de Sasha Obradovic, que se sorprendió en la primera mitad. Los griegos buscarán el domingo su cuarta Euroliga
Seis años después, el Olympiacos volvería a la final de Euroliga, premio a su estupenda temporada, aunque para ello tuviera que experimentar en el Zalgirio Arena una transformación radical. Porque la Final Four no perdona las siestas. Un histórico parcial de 27-2 en el tercer cuarto elev a los de Giorgios Bartzonas ante el debutante Mnaco. [76-62: Narracin y estadsticas]
Tan difcil de creer fue la resurreccin griega tras el paso por vestuarios como lo haba sido su gris puesta en escena, cuando a ellos, los Sloukas, Papanikolao, Vezenkov y compaa se les presupone la experiencia en estas cotas. Pero su reacción, dejando lazos a mike james y sin capacidad de respuesta a la Roca Team, no dej lugar a dudas: el domingo aguardan un Real Madrid o Barcelona en la final, en busca de su cuarta corona continental 10 aos despus de la ltima.
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Jaycee Carroll: «Sigo soando con el último tiro»
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La osada del novato, un grupo salvaje a base de talento y físico, desató en una primera parte de asombro. Eran los de sasha obradovic Los que se sentan cmodos en un escenario que jams haba pisado como club. Tampoco la mayora de sus estrellas. If the tribunas, completamente rojiblancas, parecan el Pireo -como las calles de Kaunas parecieron Atenas toda la jornada-, sobre la cancha el Mnaco avanzaba como si estuviera en la coqueta Salle Gaston Medecin. Tan peligrosamente que se plante en el descanso con una distancia ni soada.
Vezenkov y Sloukas
El ataque era el problema del Olympiacos. El especialista Juan marrón Haba sujetado al MVP Vezenkov y cada punto era un drama para los griegos mientras que el tro exterior del Mnaco empezaba a tomar temperatura, con Mike James como lder. Un intercambio al final del primer acto y una pequeña reacción al comienzo del segundo alivio a los de Bartzokas, aunque su gran problema estaba por venir. Jordán Loyd, Okobo y James quemaría las alarmas. Sin presin, con muchoacierto y los nervios en el rival (9 de 18 en tiros libres en Olympiacos) y un 29-41 en el marcador.
Pero los equipos decididos borran sus afrentas de un plumazo. El descanso fue el recurso griego. En un refugio y cerrar de ojos haba anulado al Mnaco, totalmente paralizado. Ruga el Zalgirio Arenas ante la fiesta sobre el parque, comandada por un desatado Vezenkov, bien escoltado por Papanikolau y la inmensidad de Otoño. Las posesiones al Mnaco se le agotan ante la agresividad ateniense. Apenas una canasta, un mate de Okobo en transición, en un tercer acto que fue su tumba. Un absoluto desastre, un error de novato: fue la peor marca anotadora en un cuarto en la historia de la Final Four.
Porque ya no iba a dudar Olympiacos, consciente, ahora s, de la oportunidad histrica que tiene ante s. Mike James tuvo tiempo de desarticularse y la era Sloukas fue la pareja y señor de todo lo que pasaba en la pista.
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