Lanzaron los pliegos para la licitación de un negocio de US$ 29 millones. MSA y Smartmatic, los dos principales candidatos.
Con la publicación del llamado a licitación en el Boletín Oficial, se inició la carrera por implementar el voto electrónico en las elecciones de Buenos Aires. El Gobierno de Buenos Aires destinará un presupuesto de US$ 29,1 millones para la realización de las PASO, elecciones generales y eventual segunda vuelta. Es el mismo sistema que ya se utilizó en 2015 y, como dato curioso, los dos principales candidatos para quedarse con el negocio son los mismos que competían hace 8 años: MSA y Smartmatic.
Oficialmente, la empresa ganadora debe cumplir con suficientes requisitos técnicos y antecedentes. acreditar US$ 3,08 al tipo de cambio oficial por cada votante inscrito. En la Ciudad hay 3.150.000 personas autorizadas a votar en 9.000 colegios electorales. Así, la empresa ganadora podría facturar más de $7.000 millonessegún cálculos oficiales.
La Papeleta Única Electrónica (BUE) se utilizará en principio el 13 de agosto y el 22 de octubre, «simultáneamente» a las elecciones nacionales, que se votan con boletas físicas y urnas. La segunda vuelta, en caso de ser necesaria, está prevista para el 19 de noviembre. Los interesados en dotar el sistema, previamente, deben presentar las máquinas para ser sometidas a controles, pruebas y auditorías para obtener la aprobación.
Los dos más interesados tienen antecedentes en el país y en el extranjero. MSA es de origen nacional. Fue creada en 1995 y estaba orientada al software (su primer nombre fue Magic Software Argentina), pero luego se centró en la provisión de infraestructura electoral: máquinas de votación y escrutinio. En Argentina y en algunos países de la región compite con la indra española (que estará a cargo del escrutinio nacional provisional), el angloamericano Smartmatic, el coreano Miru System y Dominion Votingde capital estadounidense.
En el mercado sostienen que Indra no se apuntaría a la pelea. Más allá de eso, los números que baraja el gobierno porteño generan dudas. No tanto por el valor promedio de cada voto estimado (muy similar al resto de la región) sino po la forma de pago en un contexto de alta volatilidad del tipo de cambio y riesgo de devaluación. Las compañías Deben ofertar en dólares, pero la conversión a pesos se hace el día de la adjudicación. “La forma de pago es clave”, razona una fuente empresarial.
El Gobierno contempla el siguiente calendario. El 40% se entrega en tres etapas: 15% por adelantado, otro 15% al momento de la entrega de las máquinas para capacitación y 10% cuando se completa la instrucción. El 60% se paga en dos partes: la mitad después de las PASO y el último 30% después de finalizadas las elecciones generales, a finales de octubre. Por eso hay empresas que dicen que presupuestaron «por debajo del costo real».
Habrá que esperar para ver los números definitivos, pero por ahora, desde la Jefatura de Gabinete del Ayuntamiento destacaron que el voto electrónico de este año costará un 7% menos que en 2015. En esa ocasión, MSA se embolsó US$3,32 por voto para un registro de votantes de 2.513.000 personas. Este año, con los nuevos votantes y la mayor cantidad de mesas electorales, estiman que será necesario desplegar entre 11,000 y 12,000 urnas electrónicas en todo el distrito.
“El llamado BUE es un mecanismo híbrido, es decir, en parte físico porque se inserta en un dispositivo que imprime las opciones electorales elegidas y también lo registra electrónicamente en un colector de datos de radiofrecuencia (chip), que se encuentra dentro de la papeleta. , explicó días atrás el exdirector Nacional Electoral Alejandro Tullio. El especialista, hoy consultor, recuerda que el sistema fue utilizado repetidamente en Salta, Chaco, ahora en Neuquén y en algunos municipios de Córdoba.
En el área de Buenos Aires están entusiasmados con la posibilidad de que la licitación avance sin mayores contratiempos. Es decir, que no surjan impugnaciones ni reclamos de empresas competidoras. En la previa, Smartmatic es el principal rival de MSA y sostienen que “están analizando los pliegos de licitación”. Fue la empresa que realizó el escrutinio provisional a nivel nacional en 2019, en lugar de Indra, la más veterana en ese negocio, que no tendría interés en participar en la contienda.