
William Hague sirvió en bandeja el retorno contundente de Cameron
«Quiero un equipo fuerte y unido», fue la advertencia lanzada por el «premier» Rishi Sunak a los miembros del nuevo Gobierno, con la presencia estelar de David Cameron en Asuntos Exteriores y la incorporación de última hora de Esther McVey como ministra sin cartera y representante del ala dura del Partido Conservador, para compensar la destitución de la polémica Suella Braverman.
Sunak tomó la decisión casi simultáneamente de traer a Cameron y despedir a Braverman. Según revela The Daily Telegraph, el primer candidato a tomar el mando del Foreign Office fue el veterano William Hague, quien declinó la oferta y en su lugar puso sobre la mesa el nombre del ex «premier».
Cameron entró en Downing Street la semana pasada por la puerta trasera, recibió personalmente la oferta de Sunak y aceptó el trabajo el viernes. Al mismo tiempo, Sunak llevó a cabo una encuesta interna sobre la retórica incendiaria de Suella Braverman y sólo seis miembros del Gobierno la defendieron. La doble decisión ya se había tomado durante el fin de semana, antes de los incidentes del Día del Armisticio.
Sunak apresuró el anuncio al lunes, sin siquiera esperar al miércoles, cuando se conocerá el fallo de la Corte Suprema sobre deportaciones a Ruanda de inmigrantes pendientes de solicitudes de asilo, el caballo de batalla particular de Braverman. El «premier» ya estaba decidido a prescindir de su ministro mas toxico y promover un giro hacia el centro-derecha, elevando al mismo tiempo el nivel de su gabinete con la presencia de «tories» experimentados.
El líder conservador sopesó los riesgos de una rebelión del ala derecha del partido por la doble decisión. Sin embargo, la cautelosa reacción de los periódicos conservadores le ha ayudado a evitar temporalmente ese riesgo. Sólo una diputada conservadora, Andrea Jenkyns, se atrevió el lunes por la noche a anunciar públicamente el envío de una carta de censura contra Sunak al Comité 1922. Los grupos Nuevos Conservadores y Sentido Común llamaron a sus tropas a alinearse y mantuvieron el momento en que levantaron sus espadas. Mientras tanto, Boris Johnson guarda un elocuente silencio, a la espera de su columna semanal en The Daily Mail en la que, previsiblemente, enviará su primera señal.
Los diputados Miriam Cates y Danny Kruger, del grupo Nuevos Conservadores, también criticaron abiertamente este martes a Sunak por «el cambio de dirección del Gobierno» y «el alejamiento calculado de la agenda con la que conseguimos la mayoría conservadora en 2019».