¿Será necesario desalojar a los estudiantes para poner sus habitaciones universitarias a disposición del personal de seguridad, funcionarios públicos y voluntarios movilizados durante los Juegos Olímpicos de París (26 de julio al 11 de agosto) y Paralímpicos (28 de agosto al 8 de septiembre), en 2024? La cuestión agita a la comunidad estudiantil desde que los centros regionales de obras universitarias y escolares (Crous) de Ile-de-France, encargados por el Estado para participar en la organización del evento, comienzan a advertir a los inquilinos.
“El Estado quiere movilizar 3.000 viviendas y nos ha pedido que las identifiquemos”, explica Clément Cadoret, subdirector general del Centro Nacional de Obras Universitarias y Escolares (Cnous), el órgano de coordinación del Crous. Las tres academias de París, Créteil y Versalles deberán liberar unas 1.000 plazas cada una. Dado que el parque de Ile-de-France tiene 22.000 espacios, el 30% de los cuales están desocupados en verano, la ecuación no parece imposible: solo unas diez residencias de 150 serán objetivo; la lista aún está en discusión con la delegación interdepartamental a los Juegos Olímpicos y Paralímpicos.
Un desconocido podría complicar el trato, en caso de una afluencia de estudiantes voluntarios que participan en la organización de los Juegos. Esta cifra se sumaría luego a la de los estudiantes que hacen sus exámenes de recuperación, trabajan todo el verano, hacen prácticas como parte de su formación o que no tienen los medios para regresar con sus padres, los beneficiarios del alojamiento CROUS, todos los cuales son becarios.
“El chantaje intolerable”
“El público estudiantil debe pues enfrentarse a un canto intolerable: voluntariado forzoso o expulsión”cree en la coordinación de las organizaciones estudiantiles en Ile-de-France, miembro del sindicato FAGE, que destaca que el delegación interministerial a los Juegos Olímpicos y Paralímpicos “Proponiendo sin vergüenza que cualquier participación de los estudiantes en la organización de los juegos les permita mantener su alojamiento en una residencia universitaria del Crous”.
Organizar el evento deportivo más grande del planeta “no se puede hacer en detrimento de la juventud, sino bien por ellos y con ellos”continúa la coordinación, que pide al Estado desistir de este proyecto “irreconciliable con la misión principal del Crous”.
Solo al final de la campaña de renovación de alquileres, entre marzo y mayo de 2024, el Crous Ile-de-France tendrá visibilidad sobre el número de estudiantes que serán realojados. Aquellos cuya habitación será usurpada no tendrán que pagar ningún alquiler, promete el Cnous. Según los sindicatos de estudiantes, » costes adicionales « resultará de esta requisición, ya sea el traslado a otra habitación o el regreso al domicilio familiar.
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