Ya es costumbre. Una tradición en toda regla. Termina el verano, comienza el año escolar y Apple lanza al mercado una nueva línea de productos. En esta ocasión, tanto el iPhone 15 como su modelo Plus heredan muchas de las características de los modelos Pro de la pasada generación. Y ojo a esto, heredan, pero no incluyen nada revolucionario ni ningún añadido que marque un antes y un después. Siguen siendo buenos terminales y están a la cabeza de la gama más alta, pero no reinventan nada.
Todo lo novedoso se ha reservado para el iPhone 15 Pro y el Pro Max, dejando a los terminales más básicos un poco desangelados. Algo similar ocurría con el iPhone 14, donde Apple apostaba por incluir las novedades en la gama alta, con características interesantes para quien estuviera pensando si dar el salto a la manzana. ¿Han repetido la jugada esta año? En ABC hemos probado durante una semana el iPhone 15 Plus y nuestra sentencia es firme: lo han vuelto a hacer. Tanto el iPhone 15 como el Plus son el 14 Pro, por dentro y por fuera.
Un diseño elegante y ligero
Cuando agarras el móvil lo primero que llama la atención es lo sencillo que se hace llevarlo encima y la facilidad de su uso, incluso manejándolo con una mano, a pesar de ser la versión de mayor tamaño. A diferencia del modelo anterior, y de casi la mayoría de iPhone de los últimos 4 años, ofrece un diseño con bordes redondeados fabricados en aluminio y con trasera de cristal mate. Es elegante y además, un pelín más ligero. También es mucho más limpio. Tras un uso intensivo apenas se marcan las huellas.
Gracias al pequeño rediseño el agarre ha mejorado mucho, y se agradece para evitar caídas accidentales. Porque por mucho que Apple diga siempre que sus móviles son indestructibles, más seguridad nunca está de más para evitar cualquier daño si se cayera al suelo. Y una funda protectora, pero eso es a gusto del usuario.
Una ‘nueva’ pantalla
En la parte frontal es donde encontramos las ‘novedades’ más interesantes: la pantalla y la isla dinámica. El panel delantero luce como nunca, con un brillo que aumenta hasta los 2.000 nits y con unos colores mucho más vivos y brillantes. Puesto al lado del 14 Pro, la diferencia es impresionante. Y eso que en un principio es el mismo panel OLED. Pero por desgracia no es perfecta, porque no cuenta con la opción de pantalla siempre encendida ni tampoco el refresco de 120hz. Una año más, estas características se reservan para los modelos Pro.
Tampoco es el fin del mundo, el usuario medio no va a notar ni echar en falta estas cualidades, pero por el precio que se paga y por las poquitas novedades que incluye el terminal, pensamos que Apple podía haberse enrollado un poco este año con la gama básica.
La otra gran novedad es la inclusión de la isla dinámica, una pestaña negra en mitad de la pantalla en la que va la cámara frontal del terminal en una especie de espacio multiusos desde el que interactuar con todo tipo de notificaciones. En líneas generales, nos ha parecido una incorporación interesante que permite que la experiencia de uso resulte algo más cómoda gracias a la suma de este nuevo atajo. Pero de nuevo es algo que se presentó el año pasado. No es nuevo, y tampoco se tiene que caer en el engaño de pensar que un salto más grande de lo que es. Agiliza la interacción con las notificaciones y las aplicaciones en segundo plano, pero no le va a cambiar la vida a nadie.
Cierto es que cada vez más desarrolladores de aplicaciones están integrando funcionalidades con la isla dinámica, y está claro que por parte de Apple en su apuesta que va a perdurar en las siguientes generaciones. Será cosa de los usuarios valorar si merece la pena dejar atrás el notch y dar el paso a esta nueva ventana.
Una cámara nunca vista
La estrella de la corona y la mayor novedad en el terminal. Tanto para la gama básica como para los Pro, es que el sensor principal ya es de 48 MP de forma predefinida. El gran angular y la camara selfie se mantienen en los 12 MP. En general rinde de lujo, captando unos colores y una calidad nunca vista en los terminales de Apple. Además, esta vez el iPhone 15 ofrece una función de telefoto en la cámara principal de hasta 2x para fotos y con una longitud focal de 52 mm y se puede utilizar en casi todos los modos de cámara, excepto en cámara lenta. Aquí hay que tener en cuenta que siempre que se utilice el 2x, la resolución final será de 12 Mpx, independientemente de que esté activada la funcionalidad de máxima calidad. Lo mismo que con el gran angular, que por cierto mantiene las mismas especificaciones del iPhone 14.
En general, lo único que debes saber de la cámara del iPhone 15 y es que es perfecta en la mayoría de las situaciones. Ojalá una mayor calidad en el gran angular, pero se comporta de maravilla en todos los apartados: apuntar, disparar y listo. Es rápida y está a medio camino entre lo que ofrecía el año pasado el iPhone 14 base y el Pro.
Hay un apartado reseñable que sí es exclusivo del iPhone 15 y que, sin duda, es la funcionalidad más interesante para la mayoría de los usuarios y para la mayoría de las situaciones: el nuevo modo retrato automático. Independientemente de la cámara seleccionada, por defecto, siempre que el iPhone detecte una persona o un animal, tomará los datos de profundidad de campo sin necesidad de tener activada la cámara para retratos.
Buena batería y un nuevo conector USB-C
Hay otras mejoras, como la inclusión del A16 Bionic, que garantiza un funcionamiento en línea con los Pro del año pasado y que ofrece potencia suficiente para muchos años, pero de nuevo, es algo trasparente para el usuario. Respecto a la batería, el móvil aguanta con tranquilidad el día completo, incluso haciendo un uso intenso del terminal. En nuestro caso, haciendo fotografías, navegando en internet y realizando llamadas desde las 8.00 de la mañana, el terminal llegaba con un 35% de batería al final del día (23.00).
El USB-C es la gran novedad. Una implementación que está a medio camino entre el diseño y la funcionalidad, y ya se ha convertido en una de las señas de identidad de lo iPhone 15. Por primera vez en el iPhone, la firma dice adiós al Lightning y se pasan al USB-C, mejorando la conectividad entre sistemas. Cosas que hasta ahora necesitaban un adaptador se vuelven mucho más simples, como conectar el móvil al televisor, ordenador o al coche. Es sin duda un paso gigante para hacer del iPhone un producto más amable para los que no estén del todo introducidos al ecosistema de Apple.
Además, soporta carga bidireccional, por lo que si tu Apple Watch o AirPods se quedan sin batería, puedes cargarlos utilizando el iPhone como si fuera una batería portátil. Y si se reparte la batería entre dos móviles, el terminal con menor carga será siempre el que reciba la batería. El matiz del puerto.
¿Me lo compro?
En términos de renovación, no merece la pena si ya tenéis un iPhone 12 Pro Max en adelante. A no ser que busques estrictamente la última novedad, las tres generaciones anteriores son igual de capaces y se siguen actualizando en software a un excelente nivel. iOS 17 funciona estupendamente en el iPhone 12, e incluso ha mejorado su autonomía. Sin embargo, desde ABC nos parece un terminal perfecto para quien quiera meterse en los dispositivos de Apple por primera vez. Por un lado la rebaja del precio, alrededor de 50 o 100 euros más baratos que el 14 de salida, y por el otro la isla dinámica, que es un añadido que mejora la calidad de uso de terminal en todos los aspectos. El terminal parte de los 1.109 euros de precio y puede alcanzar los 1.489 euros.