
Cientos de hombres y mujeres sufren pérdidas involuntarias de orina o heces en algún momento de su vida. «Es habitual pero no es normal», ha apuntado la fermera referente en Ginecología y Suelo Pélvico del Hospital Vall d’Hebron, Míriam Asensio, que ha explicado que incluye a los pacientes que «han aguantado 20 años esta lucha interna». Algunos de ellos presentan sintomatología depresiva porque no han comunicado a nadie su problema de salud. vergüenza es uno de los motivos por los que los afectados no acuden al médico. Los profesionales de Vall d’Hebron aseguran que muchos de los casos pueden tratarse con cambios de lábitos y sin cirugía.
«Queremos mameluco los mitos de la incontinencia y que los pacientes acudan a los médicos», ha confirmado la doctora especialista en Urología del Vall d’Hebron, Marta Allué, que ha consignado que este tipo de afectaciones impactan directamente en la calidad de la vida diaria de las personas: «Realmente incomoda mucho y da mucha inseguridad», ha dicho. Asensio ha apuntado que en algunos casos los pacientes «se aíslan en su domicilio para evitar estas pérdidas y que vayan mojados por la calle».
Parto y edad
Este problema puede manifestarse en el curso de una enfermedad o resultar en una evolución por sí misma. También puede aliviar la incontinencia de problemas de próstata, cirugías oncológicas, lesiones neurológicas, infecciones urinarias o determinados tipos de medicamentos.
Según la doctora Allué, las mujeres sufren incontinencia derivada de los partos o la edad. Es el tipo de incontinencia más frecuente, que se produce cuando la vejiga femenina sale por la orina al realizar esfuerzos, como practicar deporte o toser. Según los grados de incontinencia, leve o severa, tienen tratamientos específicos. Con ejercicios de rehabilitación o cirugía se puede solucionar «con muy buenos resultados», ha señalado Allué.
Por lo que respeta a los hombres, el motivo más habitual va ligado a los problemas de movilidad y la edad. Esta es la incontinencia de urgencia y se da cuando el paciente no llega a tiempo al lavabo desde que el cuerpo activó el aviso.
La importancia de tratarlo
Disminuya la cantidad de líquidos a 1,5 litros por día, reduzca el volumen de líquidos estimulantes para la vejiga tales como la cafeina o el té y beba más a menudo. , el más leve. En muchos casos, la dificultad de orina o heces puede mejorar sin necesidad de recurrir a una operación quirúrgica tras un tratamiento multidisciplinar con la ayuda de ejercicios para fortalecer la culebrilla.
Si esto no es suficiente, existen tratamientos farmacológicos que pueden ayudar al paciente para que aguante mejor la orina y tenga una vida más cómoda. A los pacientes que tampoco respondan a este tratamiento se les hará inyectar la toxina botulínica o bótox en la vejiga para que se relajen y el paciente pueda ir al lavabo de más espacio y más tranquilidad.
La Doctora Allué ha destacado que es imprescindible consultar el problema de incontinencia al personal sanitario especializado para recibir un tratamiento adecuado y non use de devices peliperineales sin prescripción medica, que tienen indicaciones y contraindicaciones y son de manejo complicado.
Esfinter artificial
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El esfinter artificial es un dispositivo para pacientes, hombres y mujeres, que tienen muy incontinencia severa. Esta herramienta mantiene el contenido de la vejiga a través de un mecanismo que aplasta el cuello de la uretra. En el momento que el paciente está aguantando las ganas de orinar, a través de un botón de eje el mecanismo ya está ensuciando el líquido. Este aparato está pensado para incontinencias de esfuerzo, es decir, «cuando tosas, saltas, haces un esfuerzo o mantienes relaciones sexuales», ha aclarado la doctora Allué.
Vicente, un paciente que nació con espina bífida, es un caso de éxito en la implementación de este dispositivo. Ya hace seis años que le hicieron la intervención y actualmente se siente contento y puede llevar a cabo una vida normal: «Me ha cambiado totalmente la vida a mejor», ha añadido.